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2011-07-30

BANKSY ARTISTA CALLEJERO

UN PRODUCTO DEL SISTEMA DEL ARTE


¿Documental?... ¿comedia?... ¿ficción?
Un buen combo para seducir al espectador. Cuando un género decae surge el otro, en  relatos más o menos cíclicos. El manejo de los mismos no evita, sin embargo, que el tiempo de duración de la película sea demasiado extenso. Lo bueno, si breve, doblemente bueno.

No se puede negar que la propuesta fílmica obedece a una idea creada por un gran artista en el arte de vender.
En un mundo donde todos parecen querer comprar, no importa qué, el packing es fundamental para que se transforme en un producto consumido por las masas.
Una vez que el gran consumidor es conquistado ya nada puede detener su éxito, el mismo está asegurado. Nadie quiere quedar fuera del gran evento, quieren ser parte de la historia. Historia que no deja indiferentes a aquellos que pueden aumentar y hacer más creíble el argumento a favor de la trasgresión de este artista, héroe citadino, un héroe en el mundo del arte.

En la primera parte de la película aparece Banksy haciendo graffitis en diferentes espacios en forma anónima, ya que es perseguido por la policía a causa de su práctica artística. Utiliza una capucha para mantener su anonimato, y su voz está distorsionada en el film para no ser reconocido. Trabaja en lugares estratégicos, causando impacto en el espectador con sus intervenciones, siempre acertados en el contenido. No solo es un experto en el manejo del lenguaje sino que tiene algo para decir. La película muestra solo parte de su producción, que es documentada por alguien a quien él encarga su registro.

Uno de los ingredientes, es el de no pertenecer al mundo del arte, el arte de museo, el cual cuestiona. Sino al arte callejero. Esto lo convierte en el bicho raro que alguna vez tuvo por prestigio el artista.
Es allí donde los actores del mercado del arte, ven una posibilidad de adquirir esa rareza coleccionable, pero en otro formato, que le permita su posesión privada con valor de venta.

En el desarrollo de esta historia ingresa en escena otro personaje, el que hasta el momento era su colaborador, convirtiéndose en su competidor. Para nosotros, la cara visible de una obra anónima. El mismo artista hace los dos papeles. El resultado es satisfactorio, en cuanto el héroe se mantiene a salvo, sin mácula, defendiendo sus principios y postura rebelde contra el sistema, asegurando a su vez su valor como bicho raro, para continuar siendo admirado y deseado dentro del circuito del arte.

De una  forma inteligente conviven las dos posturas, una vez que la inversión se ha realizado, ya convertido en un producto con valor de mercado, es necesario que el sistema se retroalimente, legitimando su existencia como arte, dando testimonios válidos en los medios de comunicación, del éxito obtenido.
Se presenta el montaje de una exposición, un mega evento a partir de una idea en la que intervienen artistas de diferentes disciplinas, trabajando por encargo, como un taller a façon, cosa que él como vendedor, dueño de una tienda debe conocer. Documentalista de obra ajena, deviene en artista, curador.
No se puede negar que es un buen vendedor, además de artista y actor.
Dos caras de una misma moneda.
Isabel Domínguez